Cuatro notas de amor
Se trata de una ópera prima dirigida por Dustin Hoffman en el 2012 y estrenada al año siguiente, en la que muestra con la sensibilidad de un experimentado actor y el dinamismo de un novato director a sus 78 años el balance que al final de la vida se puede alcanzar cuando las condiciones sociales son propicias aunque estas se vean amenazadas. La historia es una divertida comedia pues en ella rebozan las escenas chuscas, y también es drama ya que las emociones puestas en juego conmueven durante todo el film. Se trata de la vida con significado. Va mas allá del simplismo de decir que se trata de la historia de la casa Beecham, una casa hogar para músicos retirados, sostenidos por la cultura de los donativos y las aportaciones altruistas que les permiten vivir de manera hasta cierto punto envidiable. Si bien es cierto, eso no resuelve las cosas, porque en el mundo globalizado, las aportaciones parecen escasear, tales financiamientos están dirigidos ahora a propósitos “mas redituables”, en nuestra era llamada ahora como la de la modernidad líquida en la que predomina lo de hoy, lo nuevo…….Los miembros de la casa Beecham son una familia, su amor al arte los sostiene cohesionados con un fin común, sobrevivir, persistir con dignidad; tienen que seguir inventando maneras de estar en el mundo, y así, cada año, implementan y preparan “una gala” que les permitirá reunir fondos para llegar hasta el siguiente año. Organizarse a pesar de los déficits y limitaciones que impone la vejez es un hecho que la película resalta de manera esperanzadora. El grupo angustiado, preocupado y ocupado en un fin común, cada uno haciendo lo que mejor ha hecho en su vida, organizan felizmente su evento anual a propósito de Verdi.
Hay que recordar que el primer fondo de caridad para músicos fue en 1738, en Inglaterra, y curiosamente se denominó: “fondo de apoyo a músicos de dientes cariados y sus familias” promovido por Georg Fredeich Hëndel principalmente, quien en 1739 dirigió el “Oratorio de la fiesta de Alejandro” para tales fines.
Regresando a la película, el director va profundamente más allá de la idealización de la vejez. Va mostrando las dificultades mas frecuentes en esa etapa de la vida.
A través de diálogos y escenas realizadas con extraordinaria naturalidad (tal parece que los actores no estaban actuando, estaban siendo ellos mismos) nos ubica con precisión en la vejez. Esa etapa cuando la curiosidad termina, cuando se empieza a mirar atrás, hacia el pasado con nostalgia, hacia el futuro y el presente con aprehensión y sentimientos de incertidumbre. Cuando se tiene la idea de que se sabe todo y que todo se ha experimentado es que la vejez ya se ha instalado (aunque no nos sorprende que esto también ocurra en personas de 30 ó 40 años).
Intrínsecamente, el problema de la vejez es la amenaza de destrucción física, orgánica. Extrínsecamente son los factores socioeconómicos y otras frustraciones. La torpeza física conduce a la inseguridad inquietante que a su vez provoca rigidez en un flujo medioambiental que demanda readaptaciones constantes. El manejo de situaciones nuevas requiere de la eficacia y de la integración del “yo”. El aislamiento y la soledad son consecuencia de la dispersión y/o la muerte de amigos y/o familiares.
Sabemos que cada pérdida requiere de la elaboración y reparación para recuperar el equilibrio y así funcionar óptimamente. También, cada pérdida, libera energía que estaba investida previamente en el objeto perdido pero que ahora necesita un nuevo objeto para volver a vincularse. Hay así, una búsqueda de substitutos, pero en la vejez, escasean los posibles personajes para establecer ese vínculo. Esta energía, sin tener un lugar a donde ir, retorna y se re inviste en órganos ó sistemas orgánicos y aparece en la forma de quejas somáticas, dolor ó rumiaciones del pasado.
Las pérdidas son manejadas con la negación, la sobrecompensación ó la proyección. Se quejan con frecuencia de que alguien los engaña, les miente ó los roba. Esto se entiende como una respuesta casi siempre hacia los cuidadores principales como una reacción a la pérdida de control de su vida, a la pérdida de independencia ó de autosuficiencia.
La estructura narcisista se ve afectada, según Kohut, el narcisismo es la investidura emocional del yo. Su antítesis, el objeto amoroso, es la investidura emocional en otros. Entonces hay formas saludables y formas enfermas en la expresión del narcisismo. Las interacciones psicopatológicas madre-infante en etapas críticas del desarrollo pueden causar defectos posteriores en la apreciación del sí mismo, en la autoestima, en la regulación de las relaciones interpersonales y en la propensión a la vergüenza, la depresión y la ira.
Por un lado, sutilmente nos permite observar como son los problemas en esta etapa de la vida y por otro que la vida sigue, las vicisitudes se van superando retratando a la vejez sin exageraciones, también como una etapa de vulnerabilidad, pero vivible cuando existen los vínculos humanos a pesar de las diferencias y de los narcisismos.
Simbólicamente la película plantea un paralelismo entre la ópera de Verdi y algunos pasajes de las vidas de los protagonistas del film. Lo que los reunifica, lo que repara, lo que alivia es Verdi, la celebración de un aniversario más, y Rigoletto, la puesta en escena, ese momento que alguna vez compartieron y que lo que los hizo “leyenda”, a los cuatro”…………..muchos años atrás. Los temas principales de la melodramática ópera son el amor filial, la pasión, el engaño y la venganza, mismos ingredientes presentes en la trama del film.
Sissy: Una tierna y dulce mujer, insegura, inquieta, virtuosa, pero ajena a su virtuosimso por la realidad biológica; cargando objetos transicionales como una necesidad de conservar cierto control en la vida. Los episodios de desconexión y de conductas regresivas en momentos críticos reflejan su vulnerabilidad e hipersensibilidad al rechazo, a la hostilidad y al conflicto. Cissy sufre de una demencia multinfarto típica. Encarna la generosidad y la bondad, siempre tiene algo dulce que brindar a los demás.
Wilb: Representa magistralmente la parte primitiva del hombre, el famoso “id” o “ello” freudiano, en el que la vida instintiva permea por todos lados en su irrefrenable búsqueda del principio del placer, solamente explicable como consecuencia de un evento vascular cerebral que inhibe la función de la corteza del lóbulo frontal y sus conexiones y entonces se muestra desinhibido, verborreico, exaltado, indiscreto sexualmente. Sin embargo Wilb conserva funciones como el sentido del humor, la solidaridad, una energía vital contagiosa, funciones que le permiten establecer un equilibrio, una presencia necesaria para la consolidación del cuartero. Wilb es además una suerte de opuesto. Opuesto a Reggie de varias maneras así como Sissy es también en varios aspectos opuesta a Jean. Esta posibilidad de observar los aspectos contrarios en las personalidades abre la esperanza para considerar que la convivencia y la cordialidad son posibles en la medida en que las personas pueden trascender sobre todo las tendencias narcisistas, fundamentalmente la hostilidad y el egocentrismo. Aún y dentro de lo socialmente incorrecto de las conductas de Wilb, él nos recuerda que no importa el tiempo…………..y que la única obligación que el ser humano tiene es el de aprender a gozar de la vida.
Gene: Personifica al personaje que se encuentra en una transición, el paso de una existencia solitaria, independiente y autónoma a una de convivencia y de dependencia de otros, con las resistencias que conlleva. Es la “diva” por excelencia, ambiciosa, orgullosa por sus doce salidas al escenario de los aplausos, escuchándose a sí misma en los discos de azabache de larga duración, escéptica y distante a su llegada a la casa Beecham. Temerosa, angustiada y furiosa por resistirse a aceptar lo inaceptable. Las etapas descritas de Kübler Ross a propósito de las pérdidas se pueden apreciar con nitidez en distintos pasajes de la película.
De manera altiva y orgullosa espera el reconocimiento y las atenciones de los demás, particularmente de Riggie, su ex esposo, a quien abandonó por otra relación según ella por extralimitarse con champaña, con la expectativa de que no le guarde sentimientos negativos. En el proceso de duelo, en la soledad (llama la atención que los personajes del cuartero, parecen no tener ningún familiar pues se consagraron a su carrera artística), son los vínculos los que hacen reaccionar a Gene y modificar sus rasgos de carácter rígidos reconociendo sus errores, sobre todo en relación a sus elecciones de objeto amoroso y de las relaciones interpersonales.
Riggie: Representa al hombre melancólico, reflexivo, introvertido. Con actitudes de protección patriarcal hacia Wilf principalmente y hacia Sissy. Sin la posibilidad de elaborar la pérdida de su pareja cargado de amargura y resentimiento, vive en la casa Beecham. Su relación con un grupo de jóvenes con quienes sostiene intercambio académico le permite estar en contacto y mantener relaciones armónicas y empáticas mostrando su estructura flexible a pesar de su tristeza crónica. Parece que se ha resignado a vivir su vida de la misma manera y es sorprendido por la presencia de su ex esposa que modifica las expectativas presentes y futuras. Al no haber elaborado su pérdida, lo acosan emociones que no puede balancear mostrándose confuso, enojado, y triste hasta que se permite la expresión de esas emociones suprimidas llevándolo a un estado emocional de rencuentro y de reconciliación con su al parecer único amor.
La participación de los jóvenes en el film y su interacción con los viejos resulta una combinación estimulante, enriquecedora y en la medida en que prevalece el respeto recíproco la película integra a la humanidad, en el sentido de que refleja los problemas humanos en todas las edades y en todos los estadios de la vida pudiendo estos “transitarse” si existe empatía, respeto y por supuesto amor.
Esta convivencia permite una solución humana distinta de las alternativas que se pregonan en la modernidad actual como lo plantean esos líderes de opinión influidos por gurús de los negocios ó de las revistas de moda en esta modernidad hiperracional, anónima, despersonalizada, que divide sin problemas la responsabilidad y la racionalidad del hombre, fragmenta a la sociedad en átomos y se torna incomprensible para cualquier persona común.
En un párrafo escrito por Zygmunt Bauman, una de las mentes mas críticas hacia la sociedad actual y al mundo globalizado nos sugiere como en una receta, la fórmula de la felicidad y el amor: “descubrirás mi nombre y lo sabrás todo de mí, pero no estoy totalmente seguro de querer saberlo todo sobre mí mismo, si ese descubrimiento tiene lugar sin ti: Si es contigo, entonces perfecto, estoy preparado.”

