Capacidad Disminuida
Diminished Capacity es la ópera prima de Terry Kinney, director de teatro, de nacionalidad estadounidense que también ha trabajado como actor de cine y televisión. Con un guión basado en la novela del mismo nombre, esta película es una combinación de comedia y drama. Fue presentada en el Sundance Festival del 2008.
Los dos personajes principales son Cooper Zerbs, editor de un periódico de Chicago, de mediana edad, y Rollie, su tío paterno, un hombre mayor que vive en un pueblo del sur de Estados Unidos y de donde también es originario Cooper. Tío y sobrino están pasando por circunstancias paralelas que los han puesto en jaque: falla en algunas funciones mentales como la memoria y la concentración y como consecuencia de ello, pérdida del trabajo, del sentido de seguridad y la autoestima y lo peor, en el caso de Rollie, el riesgo de ser declarado incapacitado mentalmente y ser enviado a una casa de reposo sin su consentimiento.
Cooper se encuentra en lenta recuperación tras sufrir un golpe en la cabeza que afectó su memoria. Después del accidente, lleva siempre consigo un cuaderno donde va anotando lo que le sucede para recordarlo. Está en tratamiento neurológico. La película se inicia cuando Cooper le cuenta a la neuróloga que recibió carta de su madre en la que le pide que vaya a apoyarla en el cuidado de su tío (Rollie), quien padece Alzheimer y se resiste a ser internado.
Cooper decide regresar a su pueblo tras varios años de ausencia. Encuentra a su tío viviendo solo en condiciones que pueden poner en riesgo su salud e incluso su vida. Cooper intenta persuadirlo de que vaya a vivir al internado, a lo que el tío se opone airadamente. Cooper se da cuenta que su tío conserva cierta sensibilidad y fuentes de vitalidad, como el sentido del humor, capacidad lúdica y más aún la posibilidad de contactar emocionalmente con las personas y principalmente con él.
Ejemplo de esto es su afición por colocar a las teclas de una vieja máquina de escribir cordeles con anzuelos que atraerán a los peces y harán que vayan escribiendo sobre el papel. El tío tiene la creencia de que los peces escriben poesía y que él únicamente apoya el proceso creativo descubriendo las palabras y ordenándolas para darles sentido. Le place mucho ese juego también por el gusto de admirar a los peces y el mar. Parecen darle una sensación de plenitud, de disfrute, de curiosidad.
Escoger entre lo escrito las palabras para crear significados poéticos: “El tiempo es el invitado del norte”, es un verso que construye Rollie. Y agrega: “A veces se forma algo tan bonito y misterioso”. Para contrarrestar la pérdida de vocabulario, Rollie utiliza la poesía como medio de expresión con una importante dosis emocional. La poesía es un género que emplea las palabras de manera precisa y las combina en la forma que más contribuya a potenciar su significado. O sea que Rollie las utiliza para exorcizar su mal y es una hermosa manera de hacerlo. Un poeta dijo: “’las mejores palabras en el mejor orden’, eso es la poesía”. La escritura también es una forma de trascender a la muerte, al olvido, contribuye a formar la historia, individual y colectiva.
Rollie está enterado de lo que le pasó a Cooper y le dice que los dos comparten el hecho de tener perturbadas sus facultades. Le pide ayuda a Cooper para no ser internado. Para ello necesita dinero y le confía un secreto a voces, que tiene en su poder una carta de colección, con la figura de el beisbolista que más admiraba su abuelo, del equipo de los Cubs, que fueron campeones mundiales en 1909 y desde entonces no han vuelto a ganar un campeonato. En esos días estaban por jugar el partido por el campeonato y por ello se organizó una exposición para los fans, así que Cooper decide apoyar a su tío yendo a intentar la venta de la carta y así tratar de evitar que sea enviado a vivir a donde no quiere.
Rollie y Cooper comienzan a convivir nuevamente y esta interacción los lleva a traer al presente recuerdos reprimidos o almacenados. A la pregunta de Rollie de si fue bueno alguna vez con él, Cooper responde que fue su padre más que su propio padre, haciendo consciente el hecho de que su padre biológico no estuvo presente durante su infancia.
Cooper se topa en el pueblo con una exnovia con quien tuvo una relación muy importante, que ahora está divorciada y tiene un niño. El tío le pregunta a Cooper por qué no la reconquista y le dice que le pida consejo a su padre sobre cómo seducirla, ya que es muy bueno para eso. Rollie ha olvidado que su hermano, el padre de Cooper, ya murió. Rollie tampoco tiene una pareja a su lado, al igual que Cooper, pero según comentario de la madre de éste, Rollie fue un hombre que tuvo muchas novias, incluso se deja entrever que pudo haber estado enamorado de la mamá de Cooper pero ella eligió a su hermano, así que cuando le dice a Cooper que no pierda a su exnovia, parece estar depositando en él sus deseos.
Cooper y Rollie van a Chicago acompañados por la ex novia de Rollie y su hijo a vender la figurita. Estando en la exposición Cooper recordó el momento feliz cuando su tío le regaló una figurita de los Cardenales, a los 7 años. Ambos se preguntan: ¿Cuánto puede valer un pedazo de cartón? Y un vendedor que los está oyendo le dice inmediatamente: ¿Cuánto pueden valer sus recuerdos?, ¿Cuánto significa para Rollie la figurita que le diera su abuelo para que cuando la viera se acordara de él?, ¿Cuánto valen ahora los recuerdos de Rollie? ¿Y los de Cooper?, que estando allí puede volver muy significativa la presencia de su tío en esos años de infancia en la que su padre no estuvo por andar en la búsqueda de volverse un cómico famoso.
Rollie le confiesa a Cooper que ya sabe lo que le está pasando sobre su memoria. En algún momento en que se queda solo, Rollie se desorienta. Cuando lo encuentra Cooper, Rollie lo abraza fuertemente.
Durante la subasta de la figurita, Rollie dice que ya no la venderá porque ahora cómo va a recordar a su abuelo, que se la dio para que no lo olvidara.
Una de las líneas de análisis de la película puede ser el que las necesidades de apego emocional emergen como prioridad al ir avanzando el deterioro por la enfermedad de Alzheimer (al igual que en otras enfermedades) pero con la particularidad de que pueden revertirse los sistemas de apego: ahora son los hijos, hijas, sobrinos, quienes cuidan a los padres o tíos enfermos. En el caso de la película, el sobrino decide quedarse a vivir en el pueblo para estar cercano a su tío y poderlo apoyar.
Es comprensible que a mayor gravedad de la enfermedad, haya un aumento en la necesidad de apegarse, de sentirse vinculado a alguien y de seguirlo, para no sentirse perdido.
El enfermo es capaz de comunicarse emocionalmente y estas emociones y sentimientos serán las que se olvidarán más lentamente. Además, resulta ser muy sensible a ellas, es capaz de detectar cariño, afecto o por el contrario, cansancio o agresividad y reacciona a ello. Eso es posible constatarlo en gran parte de la comunicación entre los dos personajes principales de la película.
Así como se puede estimular cognitivamente a un enfermo de Alzheimer para retardar el proceso de pérdida de memoria y del lenguaje, hemos de tener en cuenta que la estimulación afectiva ayuda a retrasar la despersonalización.
Es necesario transmitir seguridad, confianza y positividad. La misma interacción emocional que necesitamos al nacer y crecer, la necesitamos para tratar al enfermo con deterioro cognitivo. El único lenguaje al alcance de la persona es el emocional.
La capacidad afectiva es de las primeras desarrolladas en el cerebro, sin ella no hubiese sido posible la supervivencia humana y ha sido posible sólo mediante el sistema de protección materno-infantil. El deterioro cognitivo se da a la inversa, se pierde primero lo que se desarrolló tardíamente. Por ello es tan importante el reconocimiento y atención del área afectiva en todos los seres humanos...

